2 de diciembre de 2011

Ayyy qué bonito!! Jo, qué frio hace.. Ayyy qué bonito!!! ....

Empezamos un nuevo viaje. Esta vez nos quedamos en Europa ya que sólo tenemos una semana y siguiendo el viaje del año pasado por estas fechas a Navidad, vamos en busca del espíritu navideño de los mercadillos alemanes.

Salimos de Madrid dirección Frankfurt Hahn. Volamos con Ryanair por 84€ los dos billetes de ida. Aunque llegamos con retraso, a las 17:00 ya estamos montados en nuestro coche de alquiler. Un Polo a estrenar que devolveremos en Colonia y utilizaremos durante estos 6 días (200€ en total a través de la compañía Sixt)

Nuestra idea es recorrer los pueblos y mercadillos navideños de la zona vinícola del Rin, conocida como la región de Renania-Palatinado, plagada de castillos y viñedos. También añadiremos al viaje una visita al país vecino, Luxemburgo.

En la ruta de hoy, nuestra primera parada será el pueblo de Bernkastel-Kues, a 20 minutos del aeropuerto de Hahn. Y allí nos encontramos el primer mercadillo. Localizada en el entramado de callejas empedradas, una hilera de pequeñas casetas de madera, se integra perfectamente con el entorno de casas entramadas decoradas con miles de lucecitas y adornos navideños. Y aunque sean poco más de las 17:00, aquí ya es noche cerrada. Anochece a las 16:00.

No hay un rincón que no tenga un arbolito de Navidad, unas bolas rojas, unos muñequitos...  Y de fondo, no se sabe muy bien de dónde, una música navideña que termina de hacer el ambiente perfecto. Todo de cuento..


En la plaza del pueblo, donde una de las casas principales simula un calendario de adviento con las ventanas, la gente se reúne alrededor de pequeñas mesas altas, mientras beben glühwein en unas tacitas. Se trata de un vino caliente, normalmente tinto, con algo de canela, mandarina y naranja. Al principio puede parecernos una guarrería eso del vino caliente, y al probarlo nos damos cuenta de que sí, es una guarrería, pero cumple su función, quitar el frio!!! y de ahí la explicación del título de esta etapa, porque a cada esquina que doblabas te sorprendías de la decoración, pero al rato te venía una oleada de humedad del rio, que te dejaba tieso.

Continuamos el camino hasta el final de etapa por hoy, Trier, o también conocida como Tréveris. La ciudad más antigua de Alemania, de origen romano. Está a unos 40 minutos desde Bernkastel-Kues.

Nos alojamos en el NH Trier por 50€ en habitación doble con parking gratuito. El hotel está a las afueras y aunque se puede ir al centro de la ciudad andando (50 minutos) o en un autobús público, elegimos el coche. Al ser ya tarde, en los alrededores del centro se puede aparcar sin problema, sin tener que pagar.

Entramos a la calle principal por la Porta Nigra. La puerta romana más grande de este tipo que queda en Europa. Aquí también siguen con el ambiente navideño que vimos en Bernkastel, pero mucho más a lo grande. En la plaza mayor las casetas ya tienen un tamaño mayor y mezclan los puestos de artesanía con los de dulces típicos, salchichas, bebidas calientes.. Junto a la catedral, un escenario con música en directo y más puestos. Al ser viernes, todo el pueblo está reunido aquí bebiendo el vino caliente y consumiendo dulces o salchichas. Hemos visto que aquí cada puesto de vino tiene una jarrita diferente. Nos proponemos hacer una colección de todos los mercadillos por los que vayamos pasando. Aquí elegimos una bota con dibujos de la ciudad en Navidad. Cobran 4,5€ por la taza y el vino, pero si devuelves la taza te devuelven 2€.

Llevamos todo el día sin comer así que la cena la haremos probando distintos platos del mercadillo. Para empezar, champiñones con mayonesa (4€). Sí, suena raro y hasta asqueroso, pero está rico. Seguimos con una pizza de patata, nata, bacon y queso con masa de centeno (4,5€). Estos alemanes usan la patata en todo, ya lo iréis viendo. También probamos la Rind curry burst (3€), una salchicha troceada en salsa de tomate y curry. Para terminar un dulce que nos ha llamado la atención. Es como una bola gigante de masa, tipo dumpling chino, relleno de cerezas, a la que le echan por encima unas natillas y salsa de cerezas calientes (5€, que se quedan en 4€ si se devuelve el plato). Espectacular!!!

Ya son las 21:30h y cierran el mercadillo, así que como el resto del personal, nos vamos a dormir que por hoy ya está bien.

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