3 de diciembre de 2011

Se puede ser tonto y luego estoy yo....

Si es que las prisas nunca fueron buenas.. Me acabo de dar cuenta que cogí la cámara de fotos sin mirar y  tenía puesto el teleobjetivo de unas pruebas que estuve haciendo en casa, y con eso de que las Low Cost te lo ponen imposible con el equipaje de mano, ni me planteé en su momento el meter algún otro. El caso es que me voy a pasar todo el viaje sin poder hacer ni una sola foto de un paisaje ni mucho menos de nosotros, a no ser que ponga la cámara en Cuenca y me de tiempo luego a llegar al sitio a posar para la foto. Esto me pasa una vez y nunca más. Hace falta ser....(poned el adjetivo que queráis)

En fin, intentaré hacer lo que se pueda...

Dejamos el hotel y nos acercamos al centro con el coche. Esta vez lo dejamos dentro de un parking de un centro comercial justo al lado de la plaza del mercadillo (5,10€ por 3 horas). En la oficina de turismo situada al lado de la Porta Nigra nos dan un mapa y nos señalan los puntos más importantes para visitar. Todo está en el centro a excepción de las termas y el anfiteatro.

De camino a la catedral de San Pedro, a Samu se le antoja probar el pan de jengibre(1€) en uno de los puestos del mercadillo, que sigue de bote en bote. En la catedral se guarda como tesoro principal, la que dicen fue la túnica de Jesús en la cruz. La visita es gratuita e incluye el acceso al claustro. Sólo para entrar al museo es necesario pagar.

Cerca de la catedral está la Basílica de Constantino, donde supuestamente estaba la sala del trono. Hoy en día es una iglesia evangélica muy austera que no contiene nada en su interior. El acceso es gratuito.
Atravesando unos jardines en el exterior se llega hasta las termas romanas, ahora en ruinas y que están cerradas por tareas de reconstrucción. Terminamos la visita en el anfiteatro, el cual no está restaurado del todo y al que hay que pagar 3€ para entrar. Nos damos media vuelta, porque amablemente en la puerta del anfiteatro te dejan ver una colección de fotos de lo que hay dentro si decides pagar, así que nos ahorramos la visita.

Nos volvemos al mercadillo. Samu pide otro glühwein en una taza diferente a la de ayer. Para la colección. Compramos un par de salchichas (6€) y un ponche de huevo (3€).

En 3 horas hemos visto todo con mucha calma así que cogemos camino de Luxemburgo.

En 40 minutos ya estamos en el hotel económico Parc Bellevue en Luxemburgo. Está a 10 minutos andando de la plaza central, situado en una zona arbolada. La habitación nos sale por 58€.

El mercadillo de navidad está abierto hasta las 20h y como todavía no son ni las 15h, nos echamos una siesta antes de ir a visitar el centro. El ambiente del mercadillo es muy similar a los alemanes. Gente comiendo salchichas y bebiendo vino caliente entre los puestos y música de un coro de niños en directo de fondo.

Vemos la catedral y damos un paseo nocturno por la muralla que rodea una parte de la ciudad. Volvemos al mercadillo para cenar algo antes de volver al hotel. Una taza de glühwein típica de Luxemburgo(4,5€), una ración de raclette de patata(5€), una salchicha con cebolla(3,5€) y una especialidad de aquí que consiste en 3 tortitas de patata rallada frita con alguna especia que van fritas y refritas acompañadas de una compota de manzana (3,5€).


A las 20,30h ya estamos en el hotel. Bajamos al bar a conectarnos a internet un rato y nada más entrar nos da un bofetada de olor a queso que invade todo el local. Hay una mesa que está comiendo una raclette con un artefacto un tanto peculiar. Son como dos placas laterales con resistencias que van calentando un trozo de queso de modo que el queso se va fundiendo sobre el resto de ingredientes. Curioso, pero echa un pestazo a queso quemado ... Nos tomamos un zumo y una cerveza (6€) y nos vamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario